En el museo de la catedral de Valencia se conserva un cáliz que se identifica con el Santo Grial, y que consta de dos piezas:
- Una copa tallada a partir de una piedra de calcedonia: 7 cm de altura y 9,5 cm de diámetro. El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la talla de la copa superior en torno al siglo I.
- Un pie con asas que fue añadido posteriormente. El pie consta de una columna central hexagonal con una tuerca redonda al medio y terminada en dos pequeños platos, uno donde se apoya superior y otro en la parte inferior que sostiene el pie. Las asas tienen forma de serpiente, con sección también hexagonal. La base, de forma elíptica, es de calcedonia y contiene 28 pequeñas perlas, dos rubíes y dos esmeraldas, todo ello guarnecido en oro.
Un detalle curioso es que este cáliz es representado por pintor valenciano Juan de Juanes en su pintura La Santa Cena (Museo del Prado), pintada en 1560.
Historia:
La tradición cristiana cuenta que tras la última cena en Jerusalén, el grial fue guardado y utilizado por los apóstoles. De allí habría pasado a Antioquía, llevado por San Pedro. Posteriormente se habría trasladado a Roma, donde fue usado por los primeros papas.
El cáliz estuvo en Roma hasta el pontificado de San Sixto II (257-258). Asustado por la persecución romana, Sixto II habría confiado el Santo Cáliz a su joven diácono Lorenzo, originario de Huesca, el cual lo envió para que fuera escondido en casa de sus padres, cerca de la actual ermita de la Virgen de Loreto.
En 1071 el obispo de Jaca (Sancho I), llevó el cáliz al monasterio de San Juan de la Peña, donde había sido monje antes, con motivo de la llegada del cardenal Hugo Cándido, enviado por el papa Alejandro II. En 1399, el rey Martín I el Humano lo trasladó al palacio de la Aljafería de Zaragoza, quedando a partir de entonces custodiado por la corona de Aragón. En el año 1424, el rey Alfonso el Magnánimo trasladó el Cáliz a Valencia, y lo depositó en la capilla del palacio real como agradecimiento por la ayuda del reino de Valencia en las luchas mediterráneas del monarca. En 1437, la reliquia fue entregada al Cabildo Catedralicio en nombre de su majestad, como prenda por un préstamo de 40 000 ducados de oro para sus guerras italianas.
El 3 de abril de 1744, durante el servicio de Semana Santa, el cáliz de cayó de las manos del canónigo Vicente Frígola y Brizuela, partiéndose en dos. El maestro platero Luis Vicent efectuó una reparación aquella misma tarde, en presencia del notario Juan Claver que inscribió el acto, y la fractura no se observa ya, excepto dos pequeñas grietas. La impresión del accidente fue tal que el canónigo Frígola enfermó y murió días después. Desde entonces ha permanecido en la catedral de Santa María de Valencia hasta la actualidad, con excepción de algunos periodos durante las guerras napoleónicas y la Guerra Civil Española.
Papa Sixto II |
Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) |
El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia |
Referencias:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Cáliz_de_la_Catedral_de_Valencia
- Antonio Beltrán. El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia. Imp. Nacher. Valencia 1984. 2ª edición.
- Archivos la catedral de Valencia. Vol. 3 532, pág. 36,37.
Comentarios
Publicar un comentario